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POLIOMIELITIS DE ORIGEN VACUNAL

¿Qué es la poliomielitis de origen vacunal?

La vacuna antipoliomielítica oral (OPV) contiene un virus vacunal atenuado que activa una respuesta inmunitaria en el cuerpo. Tras la administración de la OPV, el virus vacunal atenuado se multiplica en el intestino durante un tiempo limitado, generando la producción de anticuerpos que confieren la inmunidad. Durante ese tiempo, el virus vacunal también se excreta en las heces. En zonas con saneamiento insuficiente, el virus vacunal excretado puede propagarse en la comunidad cercana antes de morir, y ello puede conferir protección a otros niños a través de una inmunización indirecta.

En casos raros, cuando la población está notablemente subinmunizada, el virus vacunal excretado puede seguir circulando durante un periodo más prolongado, y cuanto más tiempo sobreviva más cambios genéticos puede sufrir; en casos aún más raros, los virus vacunales pueden sufrir cambios genéticos que les confieran la capacidad de producir parálisis, creándose así los denominados poliovirus circulantes de origen vacunal (cVDPV).

Hace falta mucho tiempo para que aparezca un cVDPV. En general, la cepa tiene que haber circulado en una población no inmunizada o subinmunizada durante un periodo de al menos 12 meses. Los cVDPV aparecen cuando las actividades de inmunización sistemáticas o suplementarias no se llevan a cabo bien y la población es vulnerable a los poliovirus, sean salvajes o de origen vacunal. Por consiguiente el problema no está en la vacuna en sí misma, sino en una baja cobertura vacunal. Si la población está plenamente inmunizada, estará protegida frente a los poliovirus tanto salvajes como de origen vacunal.

Desde el año 2000 se han administrado más de 10 000 millones de dosis de OPV a cerca de 3000 millones de niños en el mundo. Gracias a ello se han prevenido más de 13 millones de casos de poliomielitis y la enfermedad se ha reducido en un 99%. Durante ese tiempo se han producido en 21 países 24 brotes de cVDPV que han ocasionado menos de 760 casos de poliomielitis de origen vacunal.

Hasta 2015, más del 90% de los casos de cVDPV se debían al componente de tipo 2 de la OPV. Una vez que la transmisión de poliovirus salvajes de tipo 2 está interrumpida desde 1999, en abril de 2016 se procedió a cambiar la OPV trivalente por la OPV bivalente en los programas de inmunización sistemática. La eliminación del componente de tipo 2 de la OPV se asocia a importantes beneficios para la salud pública, gracias a la reducción del riesgo de que haya casos por cVDPV2.

El bajo riesgo relacionado con los cVDPV apenas tiene importancia en comparación con los enormes beneficios que aporta la OPV a la salud pública, evitando cientos de miles de casos anuales de poliomielitis por poliovirus salvajes. Desde que comenzó la administración a gran escala de la OPV, hace 20 años, se han evitado bastante más de 10 millones de casos.

Hasta ahora, la circulación de los VDPV se ha detenido rápidamente con dos a tres campañas de inmunización de gran calidad. La solución es la misma para todos los brotes de poliomielitis: inmunizar a todos los niños varias veces con la OPV para detener la transmisión de la poliomielitis, cualquiera que sea el origen del virus.

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